La saga de acción más grande vuelve a toda máquina

Llega a los cines “Rápidos y furiosos X”, la décima entrega de la popular saga de acción, autos veloces y una gran cuota de delirio sobre ruedas. Cuáles fueron las mejores hasta ahora y la promesa de que esta será la penúltima.

Quién iba a pensar que de una modesta película de 2001 sobre carreras callejeras de autos en Los Ángeles pudiera salir la saga más grande y exitosa de la historia del cine de acción. Durante más de dos décadas, las Rápidos y furiosos fueron reinventándose en cada nueva entrega con un espectáculo cada vez más descabellado, que desafía a la física y agota las posibilidades del movimiento y de las piruetas a toda velocidad por el asfalto.

La franquicia comandada por Vin Diesel es como un gobierno popular, porque le da a la mayoría del pueblo lo que este necesita para ser feliz: explosiones, piñas, tiros, autos tuneados, mujeres aguerridas, villanos terribles y una familia que tiene en la figura de Dominic Toretto al líder carismático que conduce, siempre con musculosa pegada al cuerpo, las misiones imposibles.

Dom y los suyos vuelven a los cines con la entrega número 10 (11 si se incluye a Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw, el spin-off de 2019), llamada Rápidos y furiosos X, la primera de las dos partes que le pondrán fin a la franquicia, y dirigida por Louis Leterrier (luego de que Justin Lin, director de las últimas entregas, se retirara del proyecto por diferencias creativas con la producción).

El elenco mantiene a los actores principales y suma a Jason Momoa, quien será Dante Reyes, el villano al que tendrán que vencer, y a Brie Larson (Capitana Marvel), quien interpretará a Tess, personaje que se une al clan de Toretto. Y es casi seguro que también habrá algunas sorpresas con personajes históricos.

Motor Diesel

La primera Rápidos y furiosos (que en Argentina se estrenó como Rápido y furioso, en singular), de 2001, tenía como protagonistas al fallecido Paul Walker y a Vin Diesel, en el papel de Brian O’Conner y Dominic Toretto respectivamente. Eran jóvenes que amaban los autos y hacer las carreras a la noche, en alguna calle perdida de Los Ángeles. Dom tenía un bar atendido por Mia (Jordana Brewster), su hermana, de la que Brian se enamora. También estaba Letty (Michelle Rodriguez), la novia eterna de Dom, y la banda de compinches que no veía con buenos ojos a Brian.

Para tunear los autos y acondicionarlos, necesitaban repuestos caros, importados, que ingresaban a Los Ángeles en grandes camiones, que eran asaltados por delincuentes urbanos. Toretto siempre estuvo en la mira de la policía como el posible líder de la banda de ladrones, y Brian era el policía encubierto que se metía en el mundo de las carreras ilegales para dar con el responsable. Pero Brian se enamora de Mia y se hace amigo íntimo de Dom.

La primera película se basó libremente en un artículo de la revista Vibe de mayo de 1998 sobre carreras callejeras ilegales, “Racer X”, de Ken Li. El artículo fue adaptado para la película por Gary Scott Thompson, Erik Berguist y David Ayer. Desde entonces, se hicieron nueve secuelas, convirtiéndose en una franquicia de culto del cine de acción con autos.

Diesel definió el aspecto y la personalidad de Dom de entrada: un macho alfa bueno para las piñas y para manejar autos a toda velocidad. Sin embargo, en la segunda Rápidos y furiosos (2003), dirigida por John Singleton, Diesel no está. El actor calvo vuelve en la tercera, Reto Tokio (2006), dirigida por Justin Lin, pero no como protagonista (y sin acreditar).

Como todos se dieron cuenta de que la cosa no funcionaba si no estaba Diesel al frente, vuelve como personaje principal en la cuarta, de 2009, también dirigida por Lin, y a partir de ahí el personaje y la saga empiezan a crecer hasta alcanzar proporciones bíblicas. A lo largo de la franquicia pasaron varios actores representativos del género y sucedieron algunas cosas muy tristes, como la muerte de Walker en un accidente cuando se empezaba a filmar la séptima (estrenada en 2015), dirigida por James Wan.

La saga llegó a su punto máximo en la quinta entrega, 5in control (2011), pero Rápidos y furiosos 6 (2013) no desentona y mantiene el alto nivel de la acción y arriesga un poco más. Y de eso se tratan las Rápidos y furiosos, de redoblar la apuesta con escenas cada vez más explosivas e imposibles, que desafíen a la física, a la lógica y a la verosimilitud. En las últimas entregas (8 y 9, de 2017 y 2021) triunfan la libertad y la locura de un Dom/Diesel desatado y con el control de la saga (es, además, el productor de casi todas).

El villano de turno

En la última década se sumaron actores y actrices que quedaron identificados con la saga: Jason Statham, Dwayne Johnson, John Cena, Charlize Theron, Helen Mirren, entre otros. Pero ahora todos los ojos estarán puestos en el nuevo villano: Dante Reyes, interpretado por Jason Momoa. El personaje se conecta con la quinta entrega, ya que es el hijo de Hernan Reyes (Joaquim de Almeida), el capo de la droga brasileña al que Dom y su familia matan en Río de Janeiro.

Michelle Rodriguez, la actriz principal de la franquicia, dijo en una entrevista con el sitio Collider que Momoa “es el mejor villano masculino de la saga hasta ahora”. Y en una entrevista para Empire Magazine, el director Louis Leterrier adelantó que esta primera parte de la décima entrega terminará en suspenso porque “se está gestando una guerra”. “No quiero exagerar, pero lo que estamos planeando para la próxima es simplemente gigantesco, en términos de acción, alcance y emoción. Sentirás todas las sensaciones. Las lágrimas rodarán”, añadió.

Foto del texto: Vin Diesel en una imagen promocional de “Rápidos y furioso X”, difundida por Universal Pictures. (Peter Mountain / AP)

Nota publicada en el diario La Voz del Interior el jueves 18 de mayo de 2023.
Jesús Rubio / Copyleft 2023

Fiebre por la revancha de “Spider-Man”

Este jueves llega a los cines locales “Spider-Man: Sin camino a casa”, que vendió 300 mil entradas anticipadas en el país.

Con un éxito retundo en la venta de entradas anticipadas y con el termómetro de las expectativas por las nubes, Spider-Man: Sin camino a casa llega a los cines este jueves precedida por una avalancha de teorías y especulaciones en torno al superhéroe protagonizado por Tom Holland, en una entrega que promete un espectáculo histórico y la conclusión de la trilogía que incluye a De regreso a casa (2017) y a Lejos de casa (2019).

Equipo que gana no se toca. Esa parece ser la política de Marvel y Sony, que vuelven a poner al frente de la dirección a Jon Watts (el mismo de las dos anteriores) y a los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers (los mismos de Lejos de casa), y a juntar al elenco estable, que incluye a Zendaya como MJ, a Marisa Tomei como la tía May y a Jacob Batalon como Ned Leeds, además del ya mencionado Tom Holland como Peter Parker/Spider-Man.

En el primer tráiler oficial se pudieron ver varias cosas que sirvieron para alimentar los comentarios entusiastas de los fanáticos del multiverso arácnido. La primera incorporación que sorprendió fue la de Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), a quien Peter Parker acude para solucionar el tema del descubrimiento de su identidad (recuerden que en el final de Lejos de casa todo el mundo descubrió quién es Spider-Man).

Borrón y cuenta nueva

Spider-Man: Sin camino a casa comienza con las escenas poscréditos de Spider-Man: Lejos de casa, cuando, a través de pantallas gigantes y en medio de Nueva York, J. Jonah Jameson (J. K. Simmons) revela que Peter Parker es el Hombre Araña y lo acusa de la muerte de Mysterio (Jake Gyllenhaal).

Lo que quiere Peter es hacer algo para que eso nunca hubiera pasado. Por este motivo decide visitar a Doctor Strange, el único que puede ayudarlo mediante un hechizo que altera la estabilidad espacio-tiempo, lo que también va a dar lugar al surgimiento de un multiverso del que conocen muy poco.

Tras ser desenmascarado, el joven Peter ya no puede tener una vida normal y debe asumir el compromiso de ser Spider-Man y enfrentar los riesgos que supone ser un superhéroe. Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad (como dice el famoso proverbio escrito por Stan Lee), y esa gran responsabilidad es la que no quiere asumir Peter, al menos no todavía.

Doctor Strange hace su trabajo y el mundo entero está a punto de olvidar que Peter Parker es Spider-Man. Pero el hechizo es peligrosísimo y puede tener consecuencias indeseadas, como que MJ olvide todo lo vivido con Peter. El problema sigue siendo Peter Parker, quien vivió siempre dos vidas diferentes, sin darse cuenta de lo peligroso que es llevar esa doble vida.

También aparece un viejo villano, el Doctor Octopus, protagonizado por Alfred Molina, personaje que pertenece a la primera trilogía de Spider-Man, dirigida por Sam Raimi y protagonizada por Tobey Maguire. El hechizo de Strange abre posibilidades espacio-temporales y los villanos de las entregas pasadas vuelven, como Duende Verde de Willem Dafoe (también de la primera trilogía de Raimi) y Electro de Jamie Foxx, personaje de El Sorprendente Hombre Araña 2, película de 2014 dirigida por Marc Webb y protagonizada por Andrew Garfield.

Además, el segundo tráiler oficial mostró a otros dos villanos icónicos, Sandman y Lagarto, a los que hay que agregar la posible aparición de Venom, ya que en la escena poscrédito de Venom: Carnage liberado (2021) se adelanta la conexión con esta nueva entrega de Spider-Man.

La vuelta de los viejos villanos interpretados por los actores originales hace pensar que también aparecerán Tobey Maguire y Andrew Garfield como sus respectivos Spider-Man para ayudar al de Tom Holland en este ambicioso cierre de trilogía. Si esto sucede, tendrá lugar la reunión de tres generaciones de espectadores que han acompañado al Hombre Araña por 20 años.

Entretenimiento épico

Debido a la participación de tantos personajes, esta nueva entrega promete ser la más ambiciosa y épica de la saga. Incluso hasta promete superar el nivel de espectáculo alcanzado por Endgame (2019). Está claro que Spider-Man quiere convertirse en el estandarte del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) de aquí en más.

“Sé que esta película va a dejar a las personas boquiabiertas, porque estamos incluyendo algunos secretos que son increíbles y que la gente creería que Marvel y Sony son capaces de dejarlos afuera. Desde el lanzamiento del tráiler lo vimos, fue el más grande de todos los tiempos; es absolutamente alucinante y no puedo esperar a que el público vea la película, porque el tráiler es apenas la punta del iceberg de todo lo que viene. Es un honor que la gente esté realmente emocionada por la película”, dijo Tom Holland en una entrevista con el periódico mexicano Milenio.

El actor de 25 años se convirtió en uno de los ídolos más grandes de Marvel y Spider-Man: Sin camino a casa parece tener todos los condimentos para ser un espectáculo grandioso. “Me considero muy afortunado por haber tenido a un gran equipo de soporte, Jon Watts, nuestro director, Amy Pascal y Kevin Feige (productores), ellos están en este negocio desde hace tiempo y me han guiado a través de todas estas películas, lo cual ha sido maravilloso”, confesó a Milenio.

En la presentación del segundo tráiler, Holland dijo que esta película supera las expectativas en todos los sentidos. Y aseguró: “Esta es la película de superhéroes más cinematográfica que jamás se haya hecho. Me enorgullece decir que Sony y Marvel han logrado lo imposible”.

Spider-Man: Sin camino a casa (Estados Unidos/Islandia, 2021). Guion: Chris McKenna y Erik Sommers, basado en el cómic de Stan Lee y Steve Ditko. Dirección: Jon Watts. Con Tom Holland, Zendaya, Marisa Tomei, Benedict Cumberbatch y Jacob Batalon. Duración: 148 minutos. Apta para mayores de 13 años. En cines.

Foto del texto: Spider-Man: Sin camino a casa (Marvel)

Esta nota fue publicada en el diario La Voz del Interior el martes 14 de diciembre de 2021.
Jesús Rubio / Copyleft 2021

Christopher Nolan y la vuelta al cine en 60 días

El celebrado director quiere regresar a las salas con su nueva película, Tenet, el 17 de julio. En este contexto, la decisión de no posponer la fecha de estreno es todo un acto de fe.

Christopher Nolan

Un extraño virus se propaga por el mundo y nos mantiene encerrados en casa. La economía se resiente y algunos de los lugares a los que solemos ir a recrearnos tienen bajadas las persianas hasta nuevo aviso. La pandemia desconcierta y condena a un aislamiento social pesadillesco. ¿Cuándo volveremos a entrar a una sala a oscuras para disfrutar de una historia proyectada en la pantalla grande? ¿Cuándo podremos comprar nuevamente una entrada con el dos por uno para ver el último tanque de superhéroes con amigos? Para los cinéfilos, la situación que nos toca vivir es insoportable porque no hay nada que pueda reemplazar la experiencia de ver una película en el cine.

En sintonía con estas ganas de volver cuanto antes a los templos sagrados de la cinefilia más ortodoxa y exigente, el prestigioso director Christopher Nolan informó hace unos días que quiere estrenar Tenet, su nuevo y esperado filme, el 17 de julio, fecha que quiere mantener cueste lo que cueste. Y lo quiere hacer a lo grande, en salas y en distintos formatos: 70 mm, 35 mm e IMAX.

¿Optimismo arriesgado, inocencia provocadora? La postura férrea y el convencimiento de Nolan no dejan de llamar la atención, ya que solo a un verdadero utopista romántico se le puede ocurrir que va a poder estrenar una película a mediados de julio (pleno verano en Estados Unidos), con salas repletas, en un contexto tan adverso.

Los que siguen de cerca al director de Batman inicia pueden darse cuenta de que la obstinación por mantener la fecha de estreno de Tenet, protagonizada por John David Washington y Robert Pattinson, es toda una declaración de principios que se complementa a la perfección con su amor por el cine, demostrado en la importancia que le da a la calidad de exhibición de sus películas. Nolan quiere ser el héroe que congregue de nuevo a las multitudes en los cines.

Para el realizador británico, como para Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson, la única realidad es el cine. Para él, como para ellos, no hay virus que pueda ser más fuerte e importante que el cine. Y está(n) convencido(s) de que el cine cura y salva. Estrene o no en la fecha deseada, la actitud de Nolan emociona porque apunta al nuevo sistema de realidad. Ojalá el director pueda ver realizado su deseo (que es también el de muchos). Se habla de que está haciendo todo lo posible para que las salas reabran sus puertas con las precauciones y las medidas necesarias.

Richard Geldond, el CEO de IMAX, explicó a Variety los planes de la película en sus salas: “Chris Nolan realmente quiere salir con la película que abra los cines. No sé de nadie en Norteamérica que esté trabajando más duro que él para hacer que los cines reabran y que estrenen su película en salas. En los últimos tiempos hemos incorporado una cantidad de herramientas remotas y equipo especializado que nos permite tener acceso seguro a nuestras instalaciones de posproducción para continuar trabajando en títulos como Tenet”.

En Estados Unidos, el cine siempre fue una prioridad, tanto a nivel económico como simbólico y cultural. Así que no es tan descabellado pensar que puedan acondicionar las salas a tiempo y largar con la nueva película de uno de sus directores más preciados. En China, por ejemplo, ya se inició una campaña para impulsar el regreso de los cines con fotogramas de películas icónicas en los que se ven a sus protagonistas con barbijos dentro de una sala.

Promesa de obra maestra

Tenet

A todo esto, nadie sabe de qué va Tenet, ni siquiera sus protagonistas, quienes en entrevistas recientes declararon no saber de qué se trata la película en la que participaron. Sin embargo, todo indica que será otro rompecabezas difícil de armar, otro thriller de acción lleno de vueltas de tuerca con final inentendible, que obligará al espectador a volver varias veces sobre él.

Desde Warner informaron que se trata de una película de “acción épica que gira en torno al espionaje internacional, los viajes en el tiempo y la evolución, en la que un agente secreto debe prevenir la Tercera Guerra Mundial”. Pero el actor Robert Pattinson dijo en una entrevista con GQ que lo único que está autorizado a decir es que en la película no hay viajes en el tiempo, de modo que la Warner tampoco sabe muy bien de qué va el asunto.

Ya se sabe, los thrillers con trama intrincada son la marca registrada de Nolan, y de acuerdo a lo visto en el primer tráiler del filme, volverá a contar una historia enrevesada. Tanto es así que se anunció que la película irá acompañada de The Secrets of Tenet, un libro/making of que brindará más información y cuya sinopsis dice: “Los secretos de Tenet llevará a sus lectores a un viaje exclusivo por la obra maestra de Nolan, ofreciendo una visión interna de todos los aspectos de su creación. Contará con comentarios del propio Nolan y un grupo de colaboradores clave, como la productora Emma Thomas y el diseñador de producción Nathan Crowley. Los secretos de Tenet nos entrega una masterclass esencial que nos muestra el proceso del director y su visión creativa tan singular. Ilustrada con imágenes detrás de las cámaras y arte conceptual, esta es la exploración definitiva de una película que promete llevar tu imaginación tanto al futuro… como quizá al pasado”.

La noticia del libro/making of despertó la furia de algunos fanáticos que salieron a decir que las explicaciones son para los que no siguen al director, y que no siempre tiene que estar explicando sus películas, algo que muchos le critican, ya que el cine no necesariamente tiene que tener una explicación lógica. “No trates de entenderlo. Siéntelo”, reza una voz en off en el tráiler.

Y está bien que Tenet se estrene con un libro explicativo, porque hay espectadores que necesitan y exigen que se les cuente una historia en la que se entienda todo, espectadores que van al cine a disfrutar del popular principio, nudo y desenlace, con claridad, con subrayados, con trazos gruesos, sin intrincamientos en la trama, y si los hay, porque en Nolan siempre los hay, pues que se los expliquen en un documental.

Pasó con Memento y con El origen, dos películas cuyas tramas se discutieron hasta el hartazgo entre aficionados y seguidores del realizador. Nadie entendió muy bien esas dos películas, ni siquiera el propio Nolan terminó de convencer en las entrevistas en las que intentó explicarlas. Pero no porque no quisiera que las entendieran, sino porque parte de la propuesta es justamente eso, que el espectador quede con la duda y tenga que volver a verlas varias veces.

En el reparto de Tenet también se encuentran Elizabeth Debicki, Dimple Kapadia, Kenneth Branagh, Aaron Taylor-Johnson, Clémence Poésy y, por supuesto, Michael Caine. Y es, hasta la fecha, la película más cara de Nolan: 200 millones. ¿Logrará estrenarse en tiempo y forma? Esperemos que sí.

Fotos del texto: 1- Christopher Nolan en el rodaje de Tenet (PTI Photo). 2- John David Washington y Robert Pattinson en Tenet (IMDb).
Esta nota fue publicada en el diario La Voz del Interior el jueves 21 de mayo de 2020.
Jesús Rubio / Copyleft 2020

Luces y sombras de la saga Star Wars

El fenómeno es un producto episódico concebido exclusivamente para facturar. De tanto estirarlo, fue perdiendo consistencia.

Star Wars

La influencia de Star Wars en la cultura popular, en general, y en el cine de Hollywood, en particular, es innegable. Cuando en 1977 George Lucas filma la primera entrega de la saga que marcaría a varias generaciones de espectadores algo cambia para siempre. Los tres primeros episodios de La guerra de las galaxias (IV, V y VI) son puro entretenimiento épico, pura gloria cinematográfica mainstream. A partir de ese hito intergaláctico, el negocio del espectáculo y la concepción del cine comercial dan un giro sorprendente y nace lo que hoy se conoce como blockbuster o cine pochoclero, que viene acompañado por grandes campañas publicitarias y merchandising.

A fines de la década de 1990 se retoma la saga, pero el cine de Hollywood se concentra cada vez más en los negocios, en detrimento de lo cinematográfico. Los tres episodios que se hacen a partir de 1999 (I, II y III) están bien pero la magia de los tres primeros queda un tanto difuminada. Desde el episodio III (La venganza de los Sith, 2005) pasan 10 años hasta que J.J. Abrams resucita la leyenda con el episodio VII (El despertar de la fuerza, 2015), dirigido por él, para dejar nuevamente conforme a todos los fans, sobre todo porque retoma el espíritu y la mística de la saga y los hace convivir con los nuevos tiempos.

Ahora bien, así como su irrupción en la escena del cine norteamericano de los 70 cambia la manera de entender el cine, también es cierto que Star Wars es un producto episódico concebido exclusivamente para facturar. Su lógica es la de los negocios y no la del cine (o, si se quiere, la del arte); por lo tanto, lo que tiene para ofrecer es sólo la prolongación infinita con ánimo de lucro, inspirada en los viejos seriales y aprovechándose del actual auge de las series de televisión, de una supuesta guerra entre dos grandes bandos (La Primera Orden vs La Resistencia) que se disputan el poder de las galaxias.

Malos para nada

Como es un invento del Hollywood mercantil y empresarial, los verdaderos intereses de los supuestos malos nunca están claros, son confusos, ridículos, falsos, y en el episodio VIII (Los últimos Jedi, 2017), dirigido por Rian Johnson, se notan mucho las carencias, las fallas, las inconsistencias (enumerarlas sería incurrir en spoilers), la falta de alma de sus personajes, la falta de nervio, de chispa, de amor por el espectáculo cinematográfico, amor que sí tenían las tres primeras películas.

Por ejemplo, en Los últimos Jedi los que pelean del lado de la Resistencia pelean por nada, parecen de mentirita, no tienen pasión ni fuerza (paradójicamente). Si los rebeldes pelearan en serio, pelearían contra los malos (la Primera Orden) para frenar las ansias destructivas de poder, no para ocupar su lugar. Y si fuera así, sería una lucha, en clave de metáfora, contra el Hollywood que los inventó, y eso, obviamente, no va a suceder nunca.

Tenemos entonces dos bandos que pelean por nada, con su filosofía New Age como bandera, y el discurso de la Fuerza que atraviesa la historia y que es algo así como la energía de todo lo vivo, o mejor dicho la energía de todo y su armonía. La armonía de todo es la Fuerza, y es algo que uno lo puede sentir porque lo lleva dentro. A su vez, en esa Fuerza hay una Fuerza oscura, que hay que evitar porque es el caos, la destrucción, la muerte.

Valiéndose de esta concepción del mundo, el episodio VIII nos presenta un Luke Skywalker convertido en un hippie individualista y culposo, un eremita egoísta, que difunde su filosofía New Age como una verdad absoluta. Y he ahí una de sus principales fallas, ya que vuelve a insistir con una visión del mundo caduca, que funcionó cuando la generación de Los hijos de Acuario estaba de moda, hace más de 40 años.

Mientras que el personaje de Kylo Ren quiere destruir el pasado, empezar de cero, pero desde la nada, para encarar un futuro que no tiene muy claro, un futuro que quiere construir desde el presente vacío en el que habita. Es decir, Kylo Ren es la reencarnación del neoliberalismo más reaccionario, más miope, más decidido y perversamente radical.

Conflictos sin sentido

Star Wars es una saga hecha para que los estudios que la patrocinan se hagan millonarios, una saga que maquilla sus verdaderas intenciones económicas con un conflicto que se prolonga sin sentido. Y lo peor de todo no es la larga duración de cada episodio, sino que las nuevas entregas dejan toda la sensación de que no agregan demasiado a la historia del cine.

La guerra de las galaxias es pura inercia mercantil, un conjunto de películas que sólo puede conmover a los que son incapaces de ver más allá de la supuesta trama que siguen con fanatismo ciego.

Este texto fue publicado en el diario La Voz del Interior el sábado 23 de diciembre de 2017.
Jesús Rubio / Copyleft 2017