El mejor amigo imaginario

En “Ricky Stanicky”, el legendario director Peter Farrelly se despacha con una desopilante historia de amistad masculina. Con Zac Efron y John Cena.

Probablemente ya se dijo muchas veces, pero nunca está de más decirlo de nuevo: Peter Farrelly es un genio de la comedia, un director que puede desplegar distintas capas de humor mientras entrega gags y diálogos inteligentes e hilarantes, en los que se mezclan la incorrección política, los temas tabúes, el humor negro y las bromas que descolocan tanto a los personajes como a los espectadores.

Con su hermano Bobby (con quien no trabaja desde 2014) hicieron grandes clásicos de la comedia norteamericana, como Tonto y retonto, Locos por Mary, Irene, yo y mi otro yo, Amor ciego, entre otras, todas buenísimas, y a las que tendrían que haber reconocido más y no relegarlas como si pertenecieran a un género menor.

En Ricky Stanicky, su tercera película en solitario, estrenada en Amazon Prime Video, Peter Farrelly cuanta la historia de tres amigos, Dean Stanton (Zac Efron), JT (Andrew Santino) y Wes (Jermaine Fowler), que en la infancia queman la casa de un vecino en Halloween e inventan un nombre para culpar y para despistar a la policía, al que escriben en una prenda que dejan en el hall del inmueble incendiado: “Ricky Stanicky”.

Veinte años después, los amigos continúan usando ese nombre como coartada para zafar de situaciones complicadas. Los tres están en pareja, Dean con Erin (Lex Scott Davis), Was con Keith (Daniel Monks) y JT con Susan (Anja Savcic), quienes están a punto de tener un hijo.

La clave cómica de la película está en que a Ricky le inventan una biografía que va creciendo en detalles inmanejables, a los que anotan en un cuaderno que llaman “la Biblia”, una suerte de guía sobre lo que tienen que saber de Ricky para no pisar el palito.

Los problemas llegan cuando, en el baby shower de JT y Susan, los tres deciden viajar a Atlanta City a una fiesta electrónica, con la excusa de que Ricky está enfermo de cáncer. Es allí cuando, mientras comparten unas copas en un casino, conocen a un imitador de rock and roll pornográfico y alcohólico que se hace llamar “El duro Rod”, interpretado por un John Cena magnífico, que demuestra lo brillante que puede ser si lo dirige alguien con el talento de Farrelly.

Cuando los amigos regresan a casa de urgencia por el prematuro parto de Susan, los familiares empiezan a preguntarles por el amigo enfermo y les piden que se los presenten. Es así que a Dean se le ocurre llamar a ese actor borracho que conocieron el día anterior para que se haga pasar por Ricky.

La rapidez y la gracia con las que se les ocurren las salidas y las mentiras, y las situaciones descabelladas en las que se ven envueltos (se suma un William H. Macy igual de enorme que Cena), son de una efectividad y de un timing asombrosos.

Farrelly se arriesga con chistes que quedan un poco fuera de lugar, sin temerle a lo escatológico, a lo sexual y a lo tabú, y entrega no solo una efectiva y, por momentos, comiquísima historia de amistad masculina, sino también una historia de redención, resurgimiento y amor, con lejanos ecos del cine de Frank Capra.

Ricky Stanicky (Estados Unidos, 2024)

Comedia

Muy buena (****)

Dirección: Peter Farrelly. Guion: Jeff Bushell, Brian Jarvis, James Lee Freeman, Peter Farrelly, Pete Jones y Mike Cerrone, basado en una historia de David Occhino y Jason Decker. Elenco: Zac Efron, Andrew Santino, Jermaine Fowler, John Cena, William H. Macy, Lex Scott Davis, Anja Savcic, Daniel Monks, Jane Badler, Heather Mitchell y Debra Lawrence. Fotografía: John Brawley. Música: Dave Palmer. Duración: 113 minutos. Apta para mayores de 16 años. En Amazon Prime Video.

Foto del texto: Jermaine Fowler (izquierda), Zac Efron y Andrew Santino en “Ricky Stanicky”. (Ben King / Amazon Prime Video)

Publicado en el diario La Voz del Interior el martes 19 de marzo de 2024.
Jesús Rubio / Copyleft 2024

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