El edificio de las malas personas

Según el diccionario, la misantropía es la aversión, la desconfianza, el desprecio o el odio hacia la especie humana, el comportamiento humano o la naturaleza humana. La definición les calza con precisión a los directores Mariano Cohn y Gastón Duprat, la dupla despreciativa por excelencia de la provincia de Buenos Aires.

El encargado, la serie de Star+ que los tiene como directores y guionistas (junto con otros escribientes que firman los 11 capítulos), y cuyo protagonista es Guillermo Francella, es otra prueba del odio que tienen hacia sus personajes. Odio al que nos tienen acostumbrados, ya que en sus películas anteriores (El hombre de al lado, El ciudadano ilustre, 4×4, entre otras) no hacen más que lucirlo con absurdo orgullo supremacista.

Eliseo (Francella) trabaja como encargado de un importante edificio, al que usa para hacer negocios raros y para disfrutar de las comodidades de los departamentos cuando sus dueños no están. Pero Eliseo tiene un rival, el abogado Matías Zambrano (Gabriel Goity), quien quiere construir una pileta en la terraza, en la que Eliseo vive desde hace casi 30 años.

La guerra entre ambos está declarada, situación que los directores aprovechan para mostrar el peor costado de sus personajes, llegando a un extremo de vileza predecible. Aunque entretenga, la serie es inverosímilmente malvada.

El gran problema de El encargado (como todo lo que hacen los directores) es que no hay ningún personaje bueno (hasta los niños son malos). Todos tienen algo despreciable y todos quieren sacar alguna ventaja o llevarse algo de más. El trazo grueso y la misantropía de los directores (y de los guionistas) hacen que los capítulos sean monótonos, repetitivos y, por lo tanto, poco interesantes.

La visión que la serie tiene de las personas no habla bien de sus autores. Que de entrada presenten al protagonista como un psicópata porque sí, los deja en evidencia. Eliseo tiene una planta carnívora que alimenta cuidadosamente con insectos. Esa es la concepción reduccionista de la humanidad que tienen Cohn y Duprat, esos son los dos tipos de personas que existen para ellos. Es decir, el que devora y el que es devorado.

Foto del texto: Guillermo Francella en “El encargado”. (Star+)

Este texto fue publicado en el diario La Voz del Interior el domingo 6 de noviembre de 2022, en la sección Miradas opuestas del suplemento Vos.
Jesús Rubio / Copyleft 2022

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