La invención de la soledad

“El astronauta”, con Adam Sandler, es un filme resbaladizo, difícil de encasillar, al que no hay que tomar en serio, pero tampoco en broma.

Es increíble la película que hizo Netflix con Adam Sandler. Qué delirio maravilloso que es El astronauta, de esas películas extraordinarias que caminan por la delgada línea que separa lo solemne de lo ridículo, lo serio de lo cómico; una película resbaladiza, porque quienes la tomen en serio, pierden, y quienes la tomen en broma, también.

Es quizás el título más estimulante, abstracto, psicológico, raro y arriesgado que ha dado Netflix desde su creación. Si la ven sin prestarle demasiada atención, pasa como una película de odisea espacial más, con la particularidad de estar protagonizada por Sandler, quien, al igual que Nicolas Cage, es de esos actores con marca autoral.

Dirigida por Johan Renck (quien viene de dirigir episodios de series como Breaking Bad y Chernobyl) y escrita por Colby Day (basado en el libro Spaceman of Bohemia, de Jaroslav Kalfar), la película tiene como protagonista a Jakub (Sandler), un astronauta con aspecto de bohemio que está solo en el espacio en una misión que no queda del todo clara: ¿quiere investigar el espectro púrpura que habita nuestro cielo?, ¿quiere ir más allá de Júpiter?

Lo que se sabe es que, aparentemente, está a gusto y un poco con culpa de estar solo en el espacio, y ahí la película tiende su delgada capa de misterio. Jakub es un solitario al que le gusta la soledad, casi como si se tratara de una soledad autoinfligida.

En la Tierra está su novia embarazada, Lenka (Carey Mulligan), con quien se comunica desde la nave por videollamada o por un teléfono que parece un celular de la década de 1990. El director empieza a introducir flashbacks con forma de sueños, en los que se ven fragmentos de la relación con Lenka.

Hay otros personajes, como el de Isabella Rossellini y el de Lena Olin, que entran en contacto con Lenka para apoyarla psicológicamente, para explicarle que Jakub está en una misión importante y que hay que cuidarlo, por más que la haya dejado sola. Él está en una misión de la República Checa y tiene que ganarle a los surcoreanos, quienes están en la misma carrera espacial.

De pronto aparece el otro personaje importante, que surge como si fuese una creación de la mente de Jakub, una criatura extraterrestre, una especie de araña gigante a la que Jakub llama Hanus (voz de Paul Dano) y con quien se hace amigo. Hanus sabe todo del “humano delgado”, como lo llama, y tiene información del universo, lo que le da a la película el toque existencialista y filosófico.

Sin embargo, el director pasa, sutilmente, de una reflexión sobre el universo (en clave de aventura espacial psicológica) a una historia de amor, una suerte de leyenda con princesa y príncipe enamorados.

El astronauta es una película sobre la adicción a la soledad y sobre conocerse a sí mismo, y es también una película de amor extravagante, críptica, de esas que no se entienden bien, pero que nos dejan la certeza de que estamos ante una película con más contenido del que se ve a simple vista.

Sandler ya es parte de la historia del cine de culto, y el director Renck hace el filme más misterioso, ridículo y profundo de Netflix. Es una anomalía secreta, una proeza atípica, un milagro camuflado. Como dice en un momento Hanus: “Las palabras de tu tribu no alcanzan para describir esto”.

El astronauta (Spaceman, República Checa/Estados Unidos, 2024)

Drama, Ciencia ficción

Excelente (*****)

Dirección: Johan Renck. Guion: Colby Day, basado en el libro “Spaceman of Bohemia”, de Jaroslav Kalfar. Elenco: Adam Sandler, Carey Mulligan, Paul Dano (voz), Kunal Nayyar, Isabella Rossellini, Lena Olin, Petr Papánek, Marian Roden, Zuzana Stivínová y Sinead Phelps. Fotografía: Jakob Ihre. Música: Max Richter. Duración: 107 minutos. Apta para mayores de 16 años. En Netflix.

Foto del texto: Adam Sandler en “El astronauta”. (Larry Horricks / Netflix)

Publicado en el diario La Voz del Interior el jueves 7 (en la web) y el sábado 9 (en papel) de marzo de 2024.
Jesús Rubio / Copyleft 2024

La épica deportiva de Adam Sandler

“Garra”, estreno de Netflix con el comediante Adam Sandler, promete y cumple, sobre todo con fans de la NBA.

Uno de los grandes actores de la comedia dramática norteamericana hace otra de esas películas irresistibles y contundentes. Adam Sandler es un maestro de la actuación y Garra (Hustle), la nueva película de Netflix que lo tiene como protagonista, dirigida por Jeremiah Zagar y producida por LeBron James, es un entretenimiento deportivo que funciona tanto para fanáticos del básquet (y de la NBA) como para seguidores del actor.

Para quienes disfrutan de películas bien narradas, bien editadas y bien musicalizadas, en las que todos los elementos están distribuidos de un modo tal que nada sobra ni nada falta para alcanzar el objetivo de emocionar con una historia de vida épica y llena de momentos inspiradores, Garra es la opción ideal.

Stanley Sugerman (Sandler) es un cazatalentos de los Philadelphia 76ers (también conocidos como “Sixers”) que recorre el mundo en busca de las próximas estrellas de la NBA. Su capacidad para seleccionar es innegable. Pero los viajes ya lo tienen cansado. Además, por culpa de este trabajo, se perdió nueve cumpleaños de su hija adolescente (Jordan Hull), dejando toda la responsabilidad del hogar a su esposa Teresa (Queen Latifah).

Sin embargo, su carrera da un giro cuando el dueño del equipo, Rex Merrick (Robert Duvall), le dice que pasará a ser entrenador asistente, un puesto que Stanley siempre quiso, sobre todo para estar más con su familia. La mala noticia es que, ni bien termina de nombrarlo, Rex fallece y todo queda a cargo de su hijo Vince (Ben Foster), un personaje desagradable y altanero que le hace la vida imposible a Stanley. Por ejemplo, lo obliga a retomar su puesto de cazatalentos y lo manda a España.

Y es allí, en España, donde Stanley descubre a Bo Cruz (interpretado por Juancho Hernangomez, jugador de Utah Jazz en la vida real) en uno de esos típicos partidos callejeros que se arman en el barrio. Por supuesto, el villano Vince desaprueba el nuevo descubrimiento y se opone a su incorporación, lo que lleva a Stanley a tomar la decisión de llevarlo por su cuenta a Estados Unidos para entrenarlo.

Es muy convincente y emotivo el personaje de Sandler, un cincuentón al que se lo ve cansado de buscar talentos por el mundo y estar lejos de su familia. Pero Satnley se vuelve a motivar con Bo Cruz, vuelve a sentirse con ganas de darlo todo por el deporte que ama.

Cruz es un jugador con mucho talento, un genio desconocido que pide a gritos ser descubierto. Padre soltero y con una madre a la que tiene que ayudar, Cruz no puede ni sueña con dar el paso a la etapa profesional, y para eso está Stanley.

Por más que parezca una publicidad de la NBA, el director Jeremiah Zagar confecciona un drama deportivo que recurre fórmulas infalibles y trucos narrativos para que todo funcione a la perfección, desde la actuación de Sandler hasta la excesiva participación de grandes estrellas del básquet (además de Hernangomez, es posible ver a leyendas como Julius “Doctor J” Erving, Kenny Smith, Mark Jackson o Shaquille O’Neal, y a jugadores actuales como Boban Marjanovic, Seth Curry, Anthony Edwards, Tobias Harris, Jordan Clarkson, Trae Young, Aaron Gordon y Kyle Lowry, entre otros), pasando por la música de Dan Deacon, quien compone unas partituras emocionantes.

Adam Sandler cada vez actúa mejor, con personajes que de tan humanos no caben en la pantalla. Y Garra es una película que mejora al espectador, o al menos lo motiva a ser mejor.

Garra (Hustle, Estados Unidos, 2022)

Drama, Deportes, Comedia

Muy buena (****)

Dirección: Jeremiah Zagar. Guion: Taylor Materne y Will Fetters. Elenco: Adam Sandler, Queen Latifah, Juancho Hernangomez, Ben Foster, Kenny Smith, Anthony Edwards, Jordan Hull, María Botto, Ainhoa Pillet, Julius Erving, Raúl Castillo y Robert Duvall. Fotografía: Zak Mulligan. Música: Dan Deacon. Duración: 117 minutos. Disponible en Netflix.

Foto del texto: Juancho Hernangomez y Adam Sandler en Garra (Scott Yamano / Netflix)

Esta crítica fue publicada en el diario La Voz del Interior el domingo 19 de junio de 2022.
Jesús Rubio / Copyleft 2022